En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía nuestro valeroso personaje Hidalgo Quijada de unos 50 años,de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza.
En su casa tenía un ama de llaves que pasaba de los cuarenta, una sobrina que no llegaba a los veinte y un mozo de campo.
A nuestro valeroso personaje le gustaban mucho las novelas de caballerías y su escritor famoso era Feliciano de Silva.
Debido a su obsesión por los libros vendió parte de sus tierras para poder comprar más libros de caballerías. Tanto leyó que se volvió loco y decidió hacerse caballero andante y viajar por todo el mundo con sus armas a caballo en busca de aventuras de las cuales había leído.
Limpio una vieja armadura de sus bisabuelos y construyo una lanza y una espada, fue a ver a su caballo y pensándolo mucho, le puso el nombre de Rocinante porque sonaba alto y era significativo.
Después de muchos días pensando en su nombre, todos los libros leídos , sus caballeros llevaban el Don delante de su nombre, también llevaban el nombre de su pueblo y por tal motivo nuestro valeroso personaje Hidalgo Quijada decidió que sería Don Quijote de la Mancha en honor a su pueblo.
Pero todo caballero debía tener una doncella tal y como ponía en sus libros y se decidió por una vecina suya, que vivía cerca de sus tierras y de la cual él estaba enamorado sin ella saberlo se llamaría Dulcinea del Toboso, porque era el pueblo donde había nacido su doncella.
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